Empezamos por explicaros por qué Gijón, o el actual equipo de gobierno, deja claro que no cobrará una tasa a sus turistas. La concejala de turismo, Ángela Pumariega considera que aumentar la presión fiscal no es la solución para reforzar la sostenibilidad turística. Apuesta por una mejor gestión, Niega además que Gijón tenga un problema para asumir el incremento de costes de los servicios debido al incremento poblacional relacionado con el turismo. Recuerda que los visitantes suponen también un incremento de ingresos. Pumariega considera además que la tasa turística no es solidaria puesto que una persona puede pernoctar en Gijón pero pasar todo el día fuera de la ciudad. Y quien la cobraría sería Gijón. Foro está totalmente alineado con esta postura y anuncia que preparan nuevas medidas para "no vender Gijón al turismo".
Vox tampoco cree que una tasa turística sea solución para nada. De acuerdo con el rechazo está OTEA, la asociación de alojamientos de corta estancia (CASOCIA) y los guías turísticos (APIT). Hay dudas de que sea efectiva o a qué se dedicarían los recursos.
En el apartado de apoyo están los partidos de izquierda. Izquierda Unida, gran defensora de la tasa, afirma que se generarían unos ingresos muy útiles sin ser perjudicial para los visitantes. El PSOE, que dudó en un principio, apuesta hora por esta herramienta. También Podemos, aunque deja claro que es insuficiente para hacer frente a a los problemas asociados al turismo.
En nuestra sección POLÉMICA DEL MES siempre buscamos ofreceros todas las opiniones pero también facilitaros las explicaciones pertinentes. Por eso hemos contactado con el área de turismo del Ayuntamiento de Barcelona, primera ciudad española en implantar una tasa de este tipo en 2012. Afirman que no ha tenido impacto en la llegada de turistas. De hecho, no han parado de crecer y a partir de este mes de octubre se incrementará el importe de esta tasa.
En este programa especial contamos además con la presencia de Marian Muro. Actualmente es la directora general de APARTUR, asociación de apartamentos turísticos de Barcelona, pero fue la persona que puso en marcha el cobro de la tasa turística al frente de la dirección de Turismo de la Generalitat. Marian cree que el cobro de un impuesto de este tipo es oportuno siempre que quede muy claro a qué se va a destinar y se ejecute un control exhaustivo para garantizar que favorece al sector turístico. Nos explica que en su momento también hubo polémica con la tasa en Cataluña, pero a día de hoy nadie duda de la conveniencia de cobrar a los visitantes por su estancia. El turismo tiene muchas cosas positivas, dice Muro, pero la recaudación obtenida permite contrarrestar los efectos negativos. Además, añade, si la marca turística es buena no se va a ver afectada su competitividad como destino.
Actualmente son 137 ciudades de 20 países europeos los que cobran una tasa turística. En España son Cataluña (desde 2012) y Baleares (desde 2016). En estudio, además de Asturias, está en San Sebastián y Andalucía.