González no se ha atrevido a indicar una fecha para la vuelta de los alumnos, que ahora están repartidos entre La Escuelona y el CP El Llano. Pero ha reconocido que es probable que las obras no estén concluidas al inicio del próximo curso escolar. Está pendientes de que se celebre una reunión con la Consejería de Educación, en la que participarán técnicos de la Administración regional y local, y en la que se determinará el grado de responsabilidad en la ejecución de las obras.
También habrá que ver cómo se conjugan las obras con las incluidas en el proyecto de remodelación del centro presentado a una convocatoria de fondos europeos, antes del suceso, y cuya resolución se espera en los próximos días. Sí que ha matizado que en el proyecto europeo la propuesta era que las obras fuera compatibles con la actividad académica.
Pedro Guerrero ha explicado que habrá que demoler el suelo de la planta baja, pero no en su totalidad. Entre un 85 y un 90%. Porque hay partes del edificio más nuevas. Posteriores a la construcción del edificio en 1968. En el resto del cengtrio habrá que reforzar la estructura.
Será necesario también reparar puntualmente los pilares que están en contacto con la zona de acceso principal del centro. Allí se ubica una jardinera que a lo largo de los años ha dado problemas de humedades que afectaban a la estructura. Son "reparaciones habituales" de estructura que no conllevan "ningún trabajo especial ni específico". "No hay ningún peligro", ha agregado.