La Ley de Amnistía no gusta incluso a parte de la militancia socialista, y tratar de convencer a los gijoneses de que mejorará su vida en algo es complicado. Por no decir imposible, nos cuenta Ángel Alonso. La ciudadanía no veía que existiese un problema de convivencia en Cataluña y por tanto las supuestas bondades de dicha amnistía quedan difuminadas. Y el Psoe de Gijón, que ha optado por seguir al pie de la letra el argumentario del partido, podría sufrir las consecuencias.
Ángel nos explica que en situaciones como esta los políticos (a nivel local, porque los presentes en el Congreso no pueden salirse de lo marcado) pueden aprovechar para definirse y reivindicarse. Tener voz propia. Pero el Psoe de Gijón no lo ha hecho, lo cual considera un error. Aunque queda mucho para las próximas elecciones y las polémicas tienden a olvidarse. Aunque Ángel prevé que esta legislatura, lo que dure, será movida y con muchas tensiones.
Dejando a un lado las siempre condenables actitudes violentas, se ha hecho muy evidente que la amnistía o la condonación de la deuda o las cesiones territoriales son un peaje a pagar para ser investido, por lo que será complicado convencer a un gijonés de lo contrario. El centro derecha tratará de aprovecharlo sin duda. Aunque proposiciones como la aprobada por el pleno municipal en contra de la Amnistía tienen un impacto menor en una ciudad en la que no gobierna el Psoe. Si los socialistas siguiesen en el gobierno tendría más interés.
Y dado que Pedro Sánchez citó a Gijón como ejemplo de ciudad en la que el psoe es la lista más votada pero no gobierna, preguntamos a Ángel por la supuesta legitimidad que da a un partido el ser el más votado en las urnas.