Turbulencia marina de las isobaras relentes es el nombre que pusieron a la sardina del Antroxu sus padres y es una sardina "muy fresca" a la que le han puesto 22 años. Ella es quien ha tenido la suerte este año de ser invocada para ser la sardina de nuestro Antroxu. Tuvo que dejar su trabajo, limpiando el mar de la porquería que tiran "algunos gochos", pero está encantada. Muy orgullosa y contenta de salir del mar porque se siente gijonesa y el cantábrico es el mejor mar del mundo. Hay mucha competencia por venir, nos cuenta.
Los niños se interesan por saber cómo respira fuera del agua (la magia del antroxu, dice) o cómo se encuentra en la ciudad (contentísima). Desde que nació deseaba ser la "reinona" del Antroxu, aunque no siente el peso de la fama. Agradece el cariño de la gente y tiene intención de que dure mucho tiempo. Saber sabe que hasta el martes tiene lío, pero más allá lo desconoce porque ninguna de sus predecesoras, a las que conocía, le ha podido contar cómo termina todo.
El carnaval es un momento para disfrutar, y en la emisora lo hemos hecho invocando a la sardina. Por suerte no apareció otra, pero Lina, Facundo y Ana ayudaron a Mateo Sat y Alisio Parrochu, amigos de la sardina, a recordar la fórmula de invocación:
"¡Sardina!, ¡sardina!, ¡no te pongas nerviosina!
¡sardina!, ¡sardina!,
que el antroxu está a la vuelta de la esquina!"