Soraya Calvo cree que no debemos demonizar a los adolescentes por el uso que hacen en una red social como Instagram. Tendemos a hacerlo por el "adultocentrismo" que envuelve todo. La investigación, realizada entre 825 adolescentes asturianos concluye que el uso de los filtros es mayoritario, sobre todo entre mujeres, en búsqueda de dar una imagen más "romántica", aunque los cambios que se hacen son sutiles. Se recurre a las stories, publicaciones de "usar y tirar" y es habitual no encontrar nada permanente en los perfiles. Soraya cree que los jóvenes entienden que ese tipo de publicaciones dan una impresión más del día a día, de algo menos meditado.
Las redes sociales ya no hablan de amigos sino de seguidores. No hace falta conocerse. Se busca a referentes (no necesariamente influencers) porque la tendencia es ir a perfiles públicos. Gente a la que seguir y que puede ser susceptible de generar tendencias. Al final las redes sociales son el referente de información para las nuevas generaciones.
El otro ámbito de análisis en la investigación se ha centrado en la antigua Twitter. Y no sale bien parada. Se comprueba que es un campo de cultivo para mensajes negativos, con un predominio de mensajes que evocan emociones como miedo, enfado y tristeza. Ideados por adultos, saben llegar a los jóvenes para transmitir unas ideas poco positivas.
Soraya Calvo lleva muchos años nadando en las redes. Un mundo en el que te puedes encontrar de todo.