“Pescaos, el tiempo pasa volando tando con vosotros. Me hubiera ‘prestao’ po la vida saludaros personalmente”. Sardina, tras varios días en el apartamento que le han dejado, asegura que no estuvo mal la experiencia “nadando por Internet”. Este año “escamillas a la mar” y se vuelve al Cantábrico.
Reconoce que sus amigas no se van a creer lo ocurrido porque ya la habían avisado que las sardinas que visitan Gijón no vuelven. Asegura que se lleva “muches coses guapes”. Entre ellas, la receta de ‘les casadielles’.
Dice haberse sentido “como pez en el agua” y agradece el cariño con el que la ciudad la ha tratado. Pide a todos que sigamos “viento en popa” para poder salir a flote haciendo las cosas bien con las mascarillas y siguiendo las medidas sanitarias.
“Me siento en la cresta de la ola como los surferos de San Lorenzo”.