Se trata del segundo de los ocho galardones internacionales que convoca este año la Fundación Princesa de Asturias y que cumplen con esta su XLII edición. Optan candidaturas de distintas nacionalidades.
El presidente del jurado, Víctor García de la Concha, ha declarado a los periodistas que el problema que van a tener no es que falten buenos candidatos, sino que sobran. "Va a ser difícil la elección", ha avanzado.
De la Concha ha explicado que en las candidaturas hay diversidad de disciplinas con una inclinación hacia "una dimensión filosófica muy actualizada".
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar "la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional". Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias Comunicación y Humanidades se concederá a "la labor de cultivo y perfeccionamiento de las ciencias y disciplinas consideradas como actividades humanísticas y de lo relacionado con los medios de comunicación social en todas sus expresiones".
Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró - símbolo representativo del galardón-, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.