La miel de Asturias volando hacia la IGP.

Julio Fernández “un paso importantísimo para que los tarros de la miel asturiana puedan llevar ese distintivo”.

El secretario de Promiel, el boales, Julio Fernández, considera tras la aprobación por parte de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial de la solicitud de registro de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Miel de Asturias, se trata de una gran noticia que supone “un paso importantísimo para que los tarros de la miel asturiana puedan llevar ese distintivo”.

ondacero.es

Asturias | 22.03.2021 18:50

Se congratuló que no hubiera alegaciones en el periodo expositivo, lo que sin duda acelera la velocidad de crucero establecida para poder conseguir a la mayor brevedad el sello. Ahora, entiende que en cuanto se superen los trámites administrativos correspondientes de nuevas exposiciones y se trasladen a Europa, entrarán en un periodo transitorio en el que podrán etiquetar el producto con la IGP correspondiente.

Los cálculos que barajan es para finales de año, cuando ya puedan ver los tarros con el sello diferenciador “hay que ser realistas, hay que constituir el órgano de control, el consejo regulador e ir poco a poco”.

Comprenderá toda la miel que se produce en El Principado, y señala que se incluyen hasta un total de 9 variedades distintas las que se someterán a controles de calidad, producción y trazabilidad, “un paraguas muy importante para el sector apícola”.

Cuantificó al número total de apicultores de la Comunidad entre los 500 y 600 que consiguen extraer una producción de entre 450 y 500 tm. de miel. De esos, unos 150 son profesionales, y el resto lo hacen como actividad complementaria a la renta, de ahí que no todo el mundo se sume a la IGP, al no interesarles pasar por el rigor de los controles a los que se verán sometidos, al ser muchos de ellos productores de autoconsumo o complemento.

Por último, tuvo un recuerdo para todos aquellos productores que llevaban más de una veintena de años reclamando esta marca, muchos de ellos ya no están, y otros, jubilados, sintiéndose orgullosos de representarlos y de poner a la apicultura en el eslabón que se merece.

Ante los dos grandes problemas que sacuden al sector, la Vespa Velutina y el ácaro. Sobre el primero alabó el trabajo de la Administración Autonómica, la de los ayuntamientos, y la de los voluntarios que participan en el trampeo de primavera que han logrado reducir su número.

Sobre el ácaro de la varroa, tilda de “importantísimo” el efecto devastador que ocasiona, menguando las colmenas y la producción, aguarda la salida de algún tratamiento efectivo para poder pasar página a esta enfermedad.