Cuando inicio esa singladura de comunicar a San Pedro el Patrono de los pescadores locales todo lo que acontece en la villa y el concejo lo hizo con 26 años, 40 después los deja dando paso a otra persona. Reconoce que los nervios, si afloraron en ese primer sermón, mañana desde las 13,15 h en la Plaza del pueblo, será el último y seguro que la emoción sí que emergerá.
“Cuando los versos finales de la despedida a San Pedro, ¡eh! Pues, no, posiblemente me emocione.Yo espero poder decirlos sin ningún tipo de problema, con la fluidez que espero decir el resto de los versos, será, o va a ser, un momento difícil. Y para el año que viene va a ser un momento totalmente distinto, no.”
Dijo que fue su antecesor “Toto” que estuvo 32 años recitando fue quién le introdujo y él ahora con 40 hace lo propio con el sustituto, de quien no tiene duda que lo hará de forma espléndida.
Reconoce que el secreto de un recitador de l’Amuravela “es el amor a Cudillero y a sus tradiciones”, el resto “se va ensayando”, además de “no tener miedo escénico”. La única plegaria no escuchada por San Pedro, y muy solicitada en los años, es el de no tener una playa en la Villa.
Teme que l’Amuravela peligre debido al rumbo que está cogiendo el sector pesquero al ser el verdadero artífice y que se termine debido a la falta cada vez mas de marineros.
“La pesca en Asturias y en Cudillero en particular va mal porque es una de cal y otra de arena, y ahora ya no se decide aquí, por lo tanto, tiene muy difícil solución en ese sentido, por eso cada vez hay menos marineros y por ese es el motivo por el que en un futuro pueda desaparecer l’Amuravela, que corra peligro de desaparecer. L’Amuravela es marinera, es de los pescadores, si no hay pescadores, como el recitador se va a dirigir a San Pedro, si San Pedro en Cudillero es el patrono de los pescadores”.
Termina concluyendo “y si ya no tenemos pesca, ¿qué le contamos a San Pedro?, pues será ¡eh!, un pregón más, como puede haber en cualquier fiesta, pero ya perdería esa esencia de l’Amuravela".