Lo antes posible
El consejero de Medio Rural Marcelino Marcos calcula que hay hasta 45 manadas de lobos y es partidario de reactivar “lo más pronto posible” el plan de gestión de la especie que no se ha podido aplicar desde hace cuatro años.
Las batidas y otros controles de extracción se ordenarán a partir del 10 de abril, fecha prevista de reunión del Comité Consultivo del lobo pero a expensas de la publicación en el BOE de la reforma legal que, en contra del criterio del gobierno central y el PSOE, fue aprobada en el Congreso por PP, Vox y PNV para eliminar la sobreprotección del animal en toda España.
El plan busca el “equilibrio” entre la preservación de la especie y la protección del ganado. Eso significa realizar batidas y otros controles en ‘áreas de gestión’ y evitar su presencia “donde no debe estar” según el plan. Hay hasta 45 manadas detectadas pero, advierte Marcos, más importante que la cantidad de lobos a extraer es dónde, cuándo y con qué “efectividad”.
Los medios para los controles deben adaptarse a los objetivos señalados y para ello hay una prelación de guardas públicos además de la participación de los cazadores. El consejero de Medio Rural rechaza la declaración del lobo como cinegética porque llevaría a la “bancarrota de los cotos de caza”.
Marcos se reunía con diversas asociaciones ganaderas. Éstas coinciden en que se debe aplicar el plan de gestión vigente para evitar riesgos de juicios. En todo caso, hay cosas que se deben cambiar, sostiene Amable Fernández, presidente de Aseava, referente en carne de vacuno de Asturiana de los Valles. “Hay que preservar la reciella porque llevar xatos de tres meses al mercado sin subirlos a puerto sería no aprovechar menos costes y generar más ganancia”. Fernández ha resaltado que si hay lobo es gracias al trabajo del ganadero. Aseva tiene contabilizados los datos de daños de lobo a su cabaña ganadera. En 2020, hubo 272. Cae a 262 en 2021 y a partir de ahí, cuando ya está vigente la sobreprotección impulsada por el Gobierno central y la vicepresidenta Teresa Ribera, sube a 380 en 2022, 406 en 2023 y 437 en 2024. Los concejos de Aller y Quirós son los que más daños registraron el pasado ejercicio. Cabe destacar que concejos urbanos y costeros como Gijón no tienen ningún caso desde 2018 pero sí tienen uno en los años 2021 y 2024.
Otro plan
Desde la Unión Rural Asturiana (URA) estiman insuficiente, el plan actual, ante el aumento de ejemplares en los últimos años, en Asturias. Por un lado, lamentan no haber sido convocados, el próximo día 10, al Comité Consultivo del Lobo, para aprobar el programa anual de control y, por otra parte, exigen un nuevo plan dado que el de 2019 fue, según Borja Fernández, coordinador de la organización agraria, "un fracaso". Hace falta una nueva hoja de ruta, subraya, que esté consensuada con todo el sector, no solo con ASAJA, COAG y UCA, si no también, dice, con una representación más amplia y diversa. También, apunta Fernández, con ganaderos y cazadores: "Sin los cazadores, no hay plan de gestión posible. La Administración no está capacitada, para nada, para abatir animales, porque tiene que contar con los cazadores que son quienes conocen los montes y saben dónde hay lobos. Mientras no nos sentemos todos juntos, no va a haber plan de gestión del lobo".