Se convirtió entonces en la primera mujer en España en estar al frente de un taller mecánico en Oviedo. Tenía a su cargo a diez empleados.
Muchos pusieron en cuestión su capacidad para seguir al frente de un negocio en un sector muy masculinizado. Y la pusieron en duda por el simple hecho de ser mujer.
Con los años se ha ganado el respeto de todos. Y ha continuado con el buen hacer que José Manuel, su esposo, le había transmitido en lo referente al trato y respeto al cliente.
Asegura que el éxito está en saber rodearse de buenos profesionales para hacer equipo. En no rendirse y en reconocer las limitaciones insistiendo en formarse.