El acusado de intentar matar al marido de su madre, en Langreo ha aceptado este miércoles los hechos que le imputaba Fiscalía y una pena de cinco años de prisión, cinco años de libertad vigilada con el tratamiento médico y 6 prohibición aproximación y comunicación con la víctima.
Según recogía el escrito de Fiscalía el hombre que resultó víctima estaba casado con la madre del condenado, que desaprobaba la relación entre ambos. En virtud de sentencia de 26 de marzo de 2021, dictada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Langreo, se condenó al hombre como autor de un delito leve de coacciones en el ámbito familiar cometido contra la madre del procesado y, entre otras penas, se le impuso la de prohibición de aproximación y comunicación respecto de la mujer durante 6 meses. Una vez extinguidas las condenas, el hombre y la madre del procesado reanudaron su relación.
El día 23 de octubre de 2021, sobre las 19.00 horas, el ahora condenado acudió a un supermercado en la Felguera. En ese establecimiento, vio al hombre y a su madre y le dijo a esta: "Voy a ir a Comisaría a denunciar porque no puedes estar con él, tienes una orden de alejamiento". La mujer le contestó que la orden ya no existía.
El procesado acudió igualmente a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la Felguera, entró en la misma y, tras hablar de forma inconexa y sin sentido con un policía, se marchó antes de que este pudiera responder. A continuación, se dirigió a la casa del hombre, en Langreo.
Entre tanto, el hombre y la madre del procesado, que lo habían seguido y le habían visto entrar y salir de la comisaría, accedieron a la misma y, tras ser informados de lo que había pasado, ambos se fueron en moto a casa del hombre. Durante el trayecto vieron al procesado caminando en dirección a la vivienda.
El procesado llegó poco después al domicilio del hombre, que se encontraba en la cochera guardando la moto, mientras que su madre había ido a la cocina. Así, el procesado entró en el inmueble, fue a la cocina y, guiado por el ánimo de acabar con su vida, le dijo a su madre: "Voy a coger algo y lo voy a matar". Buscó un cuchillo de grandes dimensiones, que encontró en el fregadero, lo cogió y dijo: "Ahora lo voy a matar".
El procesado salió de la cocina y fue a donde estaba el hombre, que se encontraba de espaldas y de pie, y le clavó el cuchillo en el costado izquierdo. Entonces, el hombre se giró, lo empujó y ambos comenzaron a forcejear, clavándole el procesado el cuchillo en dos ocasiones más, una en el muslo de la pierna derecha y otra en el muslo de la pierna izquierda, seccionándole la arteria femoral.
En un momento del forcejeo ambos cayeron al suelo, momento en que el hombre logró arrebatarle el cuchillo al procesado, cortándole en los dedos, ya que este sujetaba el cuchillo por el filo. Mientras estaban en el suelo, el perro del hombre, de raza pitbull y que estaba suelto, mordió al procesado en los tobillos.
La hermana del hombre, que reside en un inmueble colindante, al oír los gritos, avisó a la Policía. Al lugar acudieron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y personal sanitario, que atendieron al hombre que resultó víctima y lo llevaron al Hospital Valle del Nalón.
A consecuencia de la agresión, y conforme informe forense, sufrió lesiones consistentes en: herida punzante en costado izquierdo a nivel de línea axilar posterior; herida punzante en cuádriceps derecho sin sangrado activo; herida en cara interna de tercio medio de muslo izquierdo con hematoma subcutáneo y sangrado activo (esta herida, por haber seccionado la arteria femoral y tener sangrado activo, podría haber causado el fallecimiento de la víctima).
Conforme informe médico forense, el procesado presenta rasgos de inestabilidad emocional, inmadurez, tendencia a la frustración y a proyectar culpa hacia los demás, alteración de conducta con actos impulsivos y agresivos asociados al abandono de sus padres y tendencia al aislamiento.
En el momento actual tiene conservada la capacidad para valorar sus propias acciones y la naturaleza y gravedad de los hechos. Sus facultades intelectivas se encuentran conservadas. Sus facultades volitivas en relación a los hechos se encuentran disminuidas en base a sus cambios emocionales y conductas impulsivas recurrentes.
Requiere tratamiento y seguimiento médico psiquiátrico continuado, sin el cual se produciría una agravación clínica.