Fue este sábado, cuando un nutrido grupo de miembros del colectivo ACAS, se dieron cita en la majada que cada mes de agosto acoge la fiesta que se dedica al caballo asturcón asturiano.
Aunque las dos últimas ediciones del evento no se pudieron celebrar por la pandemia, desde el colectivo sí se ha querido mantener la cita navideña, colocando las figuras en el altar que preside este entorno natural de montaña.
La jornada se convirtió en una celebración de fraternidad entre los asociados y colaboradores del evento.