“Donde dan las toman”, así se podría definir los nuevos protocolos que prepara la Consejería de Medio Rural como “plan B”, en caso de que el Principado no pueda recuperar su capacidad para el control del lobo.
Si no se pueden abatir lobos, cuando hay sobrepoblación y causan daños, se procederá a la captura de ejemplares, se les ahuyentará y se trasladará buena parte de la responsabilidad al ministerio por las limitaciones que conlleve la inclusión de la especie en el LESPRE, según indicó Alejandro Calvo, Consejero de Medio Rural, en la Junta General.
El Principado se pone así en lo peor, pero su prioridad es recuperar las competencias y tener seguridad jurídica para continuar la gestión, según Alejandro Calvo.
Recordó que Asturias no caza el lobo, convive con él; tiene censos, programa de radiomarcage, conoce la evolución de las manadas, por eso incidió en que …. no se puede echar por tierra el trabajo desarrollado, si como se dice que el modelo a seguir es Asturias.
Alejandro Calvo también precisó que es muy peligroso edulcorar el problema hablando de recursos y ayudas compensatorias. calificó el Plan de Gestión es una herramienta imprescindible para el control de daños y gestión de la conflictividad social, que ahora ha ocasionado una crispación explosiva y ha distorsionado el trabajo de los últimos 20 años, un trabajo basado en la convivencia con la especie.
