Caja Rural de Asturias ha incrementado su beneficio hasta los 63 millones de euros en 2023, un 63,11% más que el anterior ejercicio, en un año en el que han alcanzado los 338.811 clientes y los 518 empleados. El presidente de Caja Rural de Asturias, Fernando Martínez, y el director general de la entidad, Antonio Romero, han ofrecido estos datos en una rueda de prensa momentos antes de participar en la Asamblea General de Resultados de la entidad bancaria.
2023 ha sido para la Caja Rural un ejercicio "positivo" tanto en lo comercial como en lo económico y sus resultados proporcionan "músculo" para afrontar sus "nuevos proyectos de crecimiento". Así, Antonio Romero ha explicado que los 63 millones se destinarán a la actividad social de la Caja --6,72 millones para la Fundación Caja Rural de Asturias y el Fondo de Educación y Promoción--, 4,25 millones de euros se repartirán entre los 138.811 socios y 58,84 millones irán destinados a reservas. En el pasado ejercicio se abrieron cuatro nuevas sucursales, hasta las 117 entre Asturias, Cantabria y Madrid. Con 518 empleados a cierre de 2023 --el 56% mujeres--, la Caja Rural de Asturias espera superar en 2024 los 550 trabajadores. En 2023 la Caja ha logrado una eficiencia del 40,74% con una cobertura superior al 125% y una morosidad del 2,17 por ciento, con una solvencia del 23,98 por ciento.
De cara a este ejercicio, la entidad seguirá actualizando sucursales, se plantea abrir nuevas oficinas, la reubicación de algunas y "avanzar positivamente en el modelo de banca cooperativa centrada en las personas, las instituciones y el territorio". En cuanto a las previsiones económicas para este ejercicio, la entidad espera superar los 65 millones de euros de beneficios.
En la asamblea de este martes, la Caja Rural aprobará las cuentas de 2023, y someterá a aprobación la renovación de la mitad de su Consejo Rector, con seis candidaturas por un periodo de seis años.
"HAY QUE AVANZAR EN LOS MEDIOS DE PAGO"
Ante la problemática del reto demográfico, por la que muchos pueblos pierden población y por tanto servicios, el presidente de Caja Rural de Asturias ha explicado que de cara al futuro, "hay que avanzar" hacia los métodos de pago digitales, y ha destacado que "no puede haber efectivo" en todos los pueblos.
"Tenemos que acostumbrarnos a utilizar las tarjetas", ha defendido, explicando que algunos "experimentos" como la instalación de cajeros aislados en pueblos poco poblados "duran cuatro días". Correos, ha dicho, también está llevando efectivo por los pueblos, pero es necesario "cambiar de mentalidad", llegando a "la desaparición del efectivo".
Finalmente, preguntado por la posible fusión de BBVA y Banco Sabadell, Antonio Romero ha explicado que en Asturias ambos bancos tiene una "fortaleza importante" pero que, sumadas, tienen una red inferior a la suya. Si se llegan a fusionar, han dicho, habría solapamientos y cierres de sucursales. "Ahí estamos nosotros para captar los clientes", ha afirmado el director general.
