El proyecto tiene por objeto reponer a su estado primitivo dos tramos de los arroyos La Raíz y La Braña, con una longitud de 550 y 500 metros, respectivamente, para recuperar la funcionalidad geomorfológica y ecológica de los mismos.
Para ello, el proyecto contempla un conjunto de actuaciones entre las que se incluyen la eliminación de los estériles de mina que ocupan actualmente los cauces y las zonas de servidumbre; la demolición de cargaderos y bocaminas, así como la extracción de todos los restos antrópicos localizados en la zona de policía de los arroyos; la supresión de una cobertura de 125 metros de longitud en La Raíz, restaurando el cauce a cielo abierto y garantizando la estabilidad de sus taludes mediante técnicas de bioingeniería; y la revegetación con especies autóctonas en las zonas descarnadas de las escombreras.
Con la ejecución de estas obras, que se van a realizar a través de un encargo a la empresa pública Tragsa, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico cumple con la obligación de abordar vía ejecución subsidiaria la restitución de los terrenos, con una inversión que ascenderá a la cuantía de 405.165,46 euros.