El panorama de la juventud asturiana está lejos de mejorar, y menos en pandemia. El Consejo de la Juventud ha desgranado los datos del Observatorio de la Emancipación del primer semestre de 2020 donde lejos de mejorar, la mayoría de los parámetros empeoran o siguen igual de mal comparado con el conjunto de España. En Asturias se van de casa más mujeres que hombres jóvenes, casi coincidiendo con más acceso al empleo para ellas lo que supone más paro para ellos. Asturias tiene la menor proporción de jóvenes procedentes del resto de España o del extranjero y, por el contrario, es la que más pierde juventud, no sólo por debajo de 30 años. Los que ya han superado la treintena también se van de Asturias, resalta el presidente del Conseyu Álvaro Granda quien lo considera una "sangría". Sólo Extremadura, Ceuta y Melilla ofrecen peores cifras.
Y todo ello con jóvenes que tienen una formación más avanzada que los coétaneos del resto del país, hay más jóvenes con estudios superiores de media que en el resto de España.
Sólo un 'mal menor', la emancipación de jóvenes de 16 a 29 años en el segundo trimestre de 2020 se situó en el 17,3%, el mismo nivel que la media española.
Asturias tiene la proporción más baja jóvenes de 16 a 29 años de España. Por eso, el presidente del Consejo no entiende que se quiera incentivar la continuidad de la vida laboral lo que puede taponar las opciones laborales de los más jóvenes. "Cuando hay propuestas como alargar la edad de jubilación incluso con bonificaciones mientras no se ven políticas de inserción laboral de los jóvenes, parece un camino totalmente equivocado, no está claro cómo se va a mantener un sistema público de pensiones", advierte el presidente del Conseyu de la Mocedá d'Asturies.
En la presentación de los datos estuvo presente la presidenta del Consejo de la Juventud de España Elena Ruiz. En España el 17,3% de los jóvenes se pueden emancipar, justo el dato que ofrece Asturias. Esto sí es un avance dado nuestra región era de las que históricamente menos personas de 30 a 34 salían de casa de sus padres. En el conjunto de país, no sólo la edad de emanciparse es tres años más tarde que los jóvenes europeos (26 años frente a 29 aquí) sino que las condiciones son peores por los empleos más precarios y viviendas más pequeñas. El paro juvenil en España duplica la media general con un 30% de paro en menores de 30 años.