El consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica, Enrique Fernández, ha entregado este sábado a los vecinos de Moal, en Cangas del Narcea, un estudio previo para impulsar una comunidad de autoconsumo energético en la localidad, situada a las puertas de la reserva natural integral de Muniellos y donde residen 85 habitantes.
El documento, elaborado por la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) con la colaboración del comisionado para el Reto Demográfico, Jaime Izquierdo, y la Fundación Cetemas (Centro Tecnológico Forestal y de la Madera) se enmarca entre las iniciativas que impulsa el Gobierno de Asturias para revitalizar las aldeas y luchar contra la despoblación.
El sistema energético que se plantea tras analizar las posibilidades del entorno incluye una instalación híbrida para autoconsumo colectivo formada por una planta solar fotovoltaica y una microcentral hidroeléctrica, que suman una potencia total cercana a los 100 kilovatios (kW), así como una red de calor alimentada por biomasa con una potencia próxima a los 500 kW. La microcentral permitiría aliviar las carencias de producción de la instalación fotovoltaica durante el invierno, con lo que se podría alcanzar una cobertura anual del consumo eléctrico próxima al 85%.
Dado que una de las prioridades es la búsqueda de mayor autosuficiencia energética, se propone una red de calor basada en biomasa alimentada por residuos forestales del entorno. Este aprovechamiento, que ha de apoyarse en criterios de gestión forestal sostenible, implicaría el despliegue de infraestructura y equipamiento para la extracción, procesado y acopio del biocombustible.
Los principales objetivos que persigue el sistema energético son estos:
-Incrementar el grado de autoabastecimiento y reducir la dependencia y el riesgo de escasez.
-Rebajar los costes energéticos y establecer sinergias con la actividad agroforestal de la comarca, contribuyendo a generar empleo, fijar población y afrontar el problema demográfico.
-Fomentar una gestión forestal sostenible en las masas boscosas, favoreciendo su limpieza, limitando los riesgos de incendios y enfermedades y contribuyendo a la conservación de la biodiversidad y el paisaje.
-Ejercer como proyecto incentivador, puesto que debería servir como referencia para replicarse en otros territorios rurales y extender así los efectos positivos esperados.