El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha evitado comprometerse con nuevos plazos respecto a la entrega de los trenes Avril, a la espera de que su fabricante, Talgo, culmine las pruebas y los entregue definitivamente al Gobierno con casi dos años de retraso.
En declaraciones a la prensa, el ministro ha trasladado la esperanza del Ejecutivo de tener "pronto" noticias positivas de la compañía: "Ojalá el retraso sea lo más corto posible, nuestra prioridad ahora es que Talgo culmine las pruebas con éxito y podamos ponerlos en servicio".
Estas regiones ya están poniendo encima de la mesa la posibilidad de obtener compensaciones por parte del Estado, ya que la fecha inicial prevista era verano de 2022 y, recientemente, el ministro se comprometió a que estarían en servicio antes del 31 de marzo, una fecha ahora difícil de cumplir.
Respecto a estas compensaciones, el ministro no las ha descartado, diciendo que una vez lleguen se hablará de qué medidas se pueden establecer, si bien ha recalcado que su prioridad es que Talgo responda a sus compromisos, que actualmente apuntan al primer cuatrimestre del año.
Por su parte, la indemnización solicitada por Renfe a Talgo asciende a 116 millones de euros por este retraso, aunque la empresa no cree que este pago se llegue a materializar, toda vez que esa reclamación no se ha formalizado aún.