Evitar elementos fijos, limitar la ocupación excesiva de suelo y contener las sombrillas demasiado grandes. Son las cuestiones que el Consejo de Patrimonio Cultural prescribió para proteger el patrimonio histórico-artístico y los bienes de interés cultural de la parte antigua de la ciudad.
El Consejo tomó decisiones priorizando el uso general sobre el especial. En ese sentido, indicó qué es espacio protegido; prohibió las sombrillas de más de tres metros de diámetro porque requieren anclajes y ocupan mucho espacio; rechazó los toldo-pórticos porque generarían contaminación visual; y se opuso a elementos transparentes de más de 1,75 de altura porque dificultarían la contemplación del patrimonio cultural. Además, se piden piezas de calidad en colores neutros.
Son las explicaciones de la consejera de Cultura a preguntas de Izquierda Unida en la Junta. La portavoz Ángela Vallina apela las competencias del Principado para atender las demandas vecinales frente a lo que considera privatización de espacio público por influencia de Otea. La consejera indica que el Consejo de Patrimonio recibió alegaciones de los vecinos de El Fontán y de Otea, no así del Ayuntamiento. Las decisiones se tomaron al hilo de la ley y teniendo en cuenta, indica Berta Piñán, la intensidad de ocupación del suelo.
