Quién es Adrián Barbón, candidato a la reelección del PSOE en los comicios del Principado
La cercanía y la capacidad de comunicación, que sus rivales directos tildan de propaganda y paternalismo, son características del también secretario del partido socialista en Asturias. Barbón ha insistido en que es "libre" frente a Pedro Sánchez para defender los intereses de Asturias. Aspira a volver a ganar y gobernar, algo que ha conseguido estos cuatros años sin acuerdos estables sino con 'geometría variable'
Del Ayuntamiento al Principado con Pedro Sánchez de por medio
Adrián Barbón (Laviana, 1979) está vinculado a la política y al Partido Socialista Obrero Español desde la juventud. Nacido y criado en un concejo que fue carbonero y él mismo miembro de una familia de mineros, se afilió a la Juventudes Socialistas con 17 años. Orientó sus estudios hacia la leyes y la política: es Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y obtuvo el Máster en Liderazgo para la Gestión Política de la Universidad Autónoma de Barcelona. En 2003, con 24 años, ya era teniente de alcalde de su municipio.
Y es en la política local donde ha ido fraguando su carrera, especialmente cuando se desempeñó como alcalde de 2008 a 2017. Ese año es importante. Es el año en el que decide presentarse a la secretaría general de la Federación Socialista Asturiana, un paso adelante vinculado a la crisis interna de los socialistas por la famosa abstención a Rajoy. Esa división se vivió con especial acento en Asturias dado que el entonces secretario de la FSA y presidente del Principado, Javier Fernández, guio al PSOE en el intermedio hasta la primarias que ganó Pedro Sánchez unos meses después de ser defenestrado por Fernández y el resto de ‘barones’ socialistas.
Barbón enarboló en Asturias el movimiento de los que querían el regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE. Ganó un congreso en el que, además de aportar su parte al regreso de Sánchez al poder del partido, presentó y vio aprobado un giro de máxima relevancia política: la oficialidad del asturiano.
Esta lengua cuenta con una ley de Promoción y Uso que aprobó el único gobierno del PP a finales de los 90 pero los sucesivos gobiernos socialistas no quisieron desarrollarla. Barbón considera que la oficialidad es la clave para lograr el futuro del bable porque, según sus partidarios, está en peligro de extinción. Al mismo tiempo, afirman que es una lengua hablada y entendida por la mayoría de la población. Barbón defiende una ‘oficialidad amable’ que no convence a los que entienden que, a la postre, supondrá obligaciones.
Cuatro años de geometría variable
En su primera cita electoral autonómica, Barbón recuperó buena parte de los votos que se fueron a Podemos y alcanzó una mayoría amplia de 20 diputados sobre 45. Se quedó a tres de la absoluta. Pero ha podido gobernar estos cuatro años utilizando la técnica de la ‘geometría variable’.
Izquierda Unida le dio sus dos votos para convertirse en presidente, un proceso más sencillo en la Junta General del Principado dado que los grupos sólo pueden votar a favor del candidato o abstenerse en caso de que haya un solo aspirante. Pese a ese apoyo inicial y de varios presupuestos, IU considera que ha sido una legislatura fallida.
Y es que Barbón buscó apoyos variados en leyes como las de Presupuestos o la de Calidad Ambiental, con respaldos en Podemos, Ciudadanos, Foro e incluso el PP en el caso de la ley que reduce la burocracia para abrir pequeños negocios.
Comunicador libre
Barbón se ha movido entre la cercanía y la lejanía con Pedro Sánchez. Cercano en cuestiones como la subida de las pensiones, asunto sensible en la región con la proporción más elevada de mayores de 65 años, el 27%. Lejano en la gestión del lobo, los últimos retrasos en la puesta en marcha de los túneles de alta velocidad de Pajares o los trenes de cercanías que no entraban en túneles.
Esa ambivalencia es un ejemplo, según Barbón, de que es “libre” ante su partido a la hora de defender los intereses de Asturias. En ese sentido, iguala las prioridades del PSOE asturiano con las de la propia región. Y así, Barbón considera que su partido es “el partido de Asturias”. No hay que olvidar que los socialistas han gobernado 35 de los 40 años de autonomía.
Por lo demás, el líder socialista asturiano destaca por su comportamiento afectuoso y desinhibido con la gente. Su capacidad de comunicación política es incontestable al tiempo que es tildada de propaganda paternalista por parte de sus adversarios. Suele recordar sus tiempos de alcalde para abogar por la cercanía como un valor de los políticos.
Y así, cuando Carlos Alsina le preguntó con ocasión de una ceremonia de entrega de los premios Princesa en Oviedo sobre cuál debería ser la actitud de la familia real en tiempos complicados, Barbón abogó por la cercanía de los que ocupan cargos institucionales de relevancia.