El detenido simuló haber sido víctima de un secuestro para evitar la ruptura de su relación. Primero le había enviado en febrero cartas amenazantes en las que amenazaba a su pareja con hacerle daño si continuaba publicando sus fotografías en su perfil de Instagram. Posteriormente denunció que unos individuos le habían asaltado con un arma blanca para que dejara la relación.
El hombre también hizo creer a la mujer que tenía un cáncer terminal, con el fin de dar pena e intentar así mantener la relación que les unía. Las investigaciones llevadas a cabo por los policías pudieron determinar que esta persona ni estaba ni había sido tratado de ninguna patología grave.
Finalmente el hombre ha reconocido los hechos y ha sido puesto en libertad con cargos.