Toda la oposición, de los radicalmente contrarios hasta los que han sido socios del Gobierno, consideran que la legislatura ofrece un balance negativo, incluso comprendiendo las circunstancias extraordinarias derivadas de la pandemia y la inflación. Sólo el grupo socialista ofrece una visión positiva a pocos días de que termine la actividad ordinaria en la Junta General con el pleno de la semana que viene.
El socio de investidura y de todos y cada uno de los presupuestos aprobados, Izquierda Unida cree que sobra la ley de Calidad Ambiental y echa en falta la de reto demográfico o que el Gobierno, señala la portavoz Ángela Vallina, siga sin asumir las escuelas infantiles.
Vallina deja el parlamento como también ocurre con la portavoz de Ciudadanos. Susana Fernández destaca que han sido elemento de moderación de los socialistas. Lamenta que Barbón proponga para la siguiente legislatura asuntos que tenían que haberse abordado ya.
La ley de reto demográfico es una de las cuestiones que más echan en falta diversos grupos, caso de Vox y su portavoz Sara Rouco. En Foro, Adrián Pumares cree el Gobierno vagueó y generó caos en Cultura, Salud, Derechos Sociales y Medio Rural especialmente.
En Podemos enumeran en el “pasivo” de Barbón las leyes de Vivienda, Demografía y LGTBI, o la oficialidad, indica Rafael Palacios. La popular Beatriz Polledo hace un balance lamentable y lo ejemplifica en la ley de Demografía que, afirma, el ejecutivo quiere vender propaganda a la trágala.
Frente a tantas críticas, la portavoz socialista Dolores Carcedo arbuye las 22 leyes aprobadas en un contexto marcado por la guerra, la inflación y el covid. Además, con presupuestos para cada uno de los cuatro ejercicios.
