Una treintena de asociaciones y colectivos culturales, naturalistas y vecinales junto a colegios profesionales apoyan la iniciativa de la Plataforma en defensa del Patrimonio Industrial. En un manifiesto consensuado, señalan que, ante la dejadez de las administraciones, el “tejido social” debe defender estos elementos abandonados en especial en lugares donde el proceso industrializador ha sido más fuerte. En cualquier caso, se debe “demandar que se ponga en valor el patrimonio industrial como fuente de recursos”, recoge el texto presentado en la sede de Oviedo del Colegio de Arquitectos de Asturias.
El responsable de Fábrica de Gas e Ideas Felipe Díaz de Miranda valora el trabajo de los directores generales del Principado Pablo León y Sonia Puente, de Patrimonio Cultural y Ordenación del Territorio respectivamente. Sin embargo, la sensibilidad de estos altos cargos del gobierno regional no se corresponde, según el arquitecto, con los intereses municipales. El hecho de que el patrimonio industrial abandonado sea reciente hace “que no se le tenga en valor”. En ese sentido, indica que Oviedo tenía el 48% de la población ocupada en el sector industrial al empezar el siglo XX lo que cual tuvo su tradición en el entramado urbano de la capital.
A pregunta de Onda Cero sobre el cierre de térmicas, Díaz de Miranda señala que lo importante es “que se redefinan sus usos porque si el contenedor es bueno” se puede resolver la utilización de ese patrimonio.
En un mundo global donde las ciudades se parecen cada vez más, hay que tener en cuenta “los elementos de identidad que generen algo distinto” en un lugar. Pone el ejemplo de la Fábrica de Gas porque, si prevén viviendas, “nadie va a venir a verlas pero si se genera un recorrido histórico sí pueden venir personas a verlo”.