Todos sabían que era un sueño, que lograra el ascenso era una quimera, pero decir adiós de la forma que se produjo tampoco estaba en los planes de nadie. El Liberbank Oviedo Baloncesto cayó en el segundo encuentro frente a Leyma Coruña (69-70), después de otra remontada épica y lo hizo envuelto en la polémica de las decisiones arbitrales.
La empresa que enfrentaba el conjunto ovetense era compleja. Medirse con Coruña, uno de los mejores equipos de la categoría no era sencillo. La derrota del pasado viernes en Riazor dejaba sin margen a los de Lezkano que entraron al encuentro atenazados por la presión lo que favoreció que los gallegos mandasen en el juego y en el marcador.
Los 13 puntos de desventaja al descanso (28-41) parecían la sentencia definitiva de la serie, pero el Liberbank jamás se rinde. En el tercer envite redujeron la diferencia hasta el 50-58 y abrían un rayo de esperanza para el último cuarto.
Natxo Lezkano no pudo estar en el banquillo, tras haberle sido señaladas dos técnicas, la segunda de ellas más que injusta, pero el equipo volvió a echar mano de todo el orgullo que tiene y consiguió ponerse por delante en el marcador 69-68, a falta de 13 segundos para ekl final. Coruña no falló en su ataque y con poco más de dos segundos, los ovetenses buscaron una última acción. Elijah Brown fue el elegido y fue objeto de una clara falta que los árbitros dejaron sin señalar, lo que privó al equipo de disponer de dos tiros libres para poder ganar el encuentro o al menos mandarlo a la prórroga.
Fue un final muy cruel para un año histórico del Liberbank que arrancó la temporada pensando en no descender y terminó peleando por el ascenso, dejando asombrados, una vez más, a sus aficionados y al resto del baloncesto nacional. Toca resetear y empezar a pensar en la próxima temporada.