Borja Valle fue la única incorporación del Real Oviedo en el pasado mercado de invierno. El berciano abría su segunda etapa en la capital de Principaod y pese a que los minutos disputados hasta ahora no se parecen a lo que él habría soñado, sigue defendiendo su apuesta: “Jamás me arrepentiría. Para mí es un privilegio poder representar un club como el Real Oviedo. Cuando lo hice hace cinco años estaba muy orgulloso y ahora lo estoy más porque significa que la etapa anterior fue buena. Siempre estaré muy agradecido y solo espero que salga lo mejor posible para ambos”.
Su situación en el equipo genera algunos debates, pero él mantiene una comunicación perfecta con José Ángel Ziganda y asume su situación con naturalidad: “Hemos hablado muchas veces. Lo entiendo, lo asumo y lo acepto. Estoy aquí para ayudar. Las personas de este club me conocen y saben cómo soy. Solo quiero sumar y cuando el míster considere que puedo hacerlo lo haré”.
Aunque los objetivos más ambiciosos están complicados, Borja valle no quiere obsesiones ni falta de ambición: “Estamos en un momento para optar a todo, para conseguir la permanencia lo antes posible y seguir creyendo. Es importante no obsesionarse con si llegamos o no llegamos al playoff, es algo que sucede a través del buen trabajo en el día a día”.
El próximo sábado se enfrenta a la Ponferradina, el equipo de su ciudad natal, y eso siempre es especial: “Están haciendo un ‘campañón' y me alegro mucho por ellos. Es el club de mi ciudad, al que fui a ver desde niño. Siempre va a ser un partido especial, con 9 o 10 años iba a ese estadio. Es mi casa y donde empecé a ver fútbol”.
Por otra parte, el equipo sigue preparando el encuentro ante los bercianos con toda la plantilla disponible.