Gastón Brugman fue el último en llegar a la plantilla del Real Oviedo, pero hoy pocos aficionados se imaginan el equipo sin él. Se ha convertido en imprescindible en los planes de José Ángel Ziganda y su idea es que su situación –está cedido por el Parma hasta el próximo 30 de junio- se estabilice en la capital asturiana: “Me encuentro muy bien y mi familia también está bien aquí. Veremos qué pasará a final de temporada, pero mi deseo es ascender con el Oviedo”.
Hasta el momento, todo lo que está viviendo es muy positivo: “Venía de unos meses pasándolo no muy bien en Parma y me encontré con una ciudad y un equipo muy muy bueno, que me acogieron de la mejor manera. La verdad es que me encuentro en un momento muy feliz”.
Su adaptación futbolística también es plena: “En los primeros meses, sobre todo, cuando empecé jugando en el doble pivote, me costó porque no estaba acostumbrado a eso. Hoy por hoy no tengo problema y se ha visto que he crecido bastante en la confianza y en el resto de aspectos. Estoy muy contento”.
Aunque la competencia por entrar en el playoff será dura, Brugman tiene claro que no deben renunciar a nada: “Es cuestión de creérselo un poco más y de tratar de arriesgar, pero no sé, mirando el último duelo ante el Eibar hicimos el partido perfecto contra un gran rival. Hay que seguir creyendo. El equipo demostró mucha fuerza grupal ante la Ponferradina, donde faltamos varios jugadores. Eso demuestra que el grupo está y que vamos a dar batalla en todos los campos en los que juguemos”.
El equipo regresó esta mañana a los entrenamientos, en una semana atípica, sin partido el fin de semana. Ziganda confía en recuperar de inmediato a Luismi y Javi Mier, mientras que la evolución de Matheus marcará su regreso al equipo.
Por otra parte, el club azul ha notificado tres casos positivos en el Vetusta. Dos de ellos son futbolistas y el tercer miembro del cuerpo técnico.