Desde Izquierda Unida, se insistió en la necesidad de respaldo al diálogo, señalando que los "pactos verbales generan desconfianza" y criticando la falta de transparencia en el proceso. Su portavoz, Gaspar Llamazares, destacó que existe una mayoría que apoya la construcción de la ciudad deportiva en Oviedo y pidió que las decisiones se tomen sin premisas ni imposiciones.
El concejal del PP, Ignacio Cuesta, defendió la actuación del gobierno local y aseguró que "será difícil recordar un equipo de gobierno más comprometido con el Real Oviedo". Asimismo, explicó que en las ocasiones en que el club se dirigió al consistorio para analizar la viabilidad del proyecto en Latores y La Manjoya, se pusieron a disposición del club, aunque finalmente ninguna de estas opciones prosperó. "El Ayuntamiento no ha recibido ningún anteproyecto ni proyecto de ejecución por parte del Real Oviedo", añadió Cuesta, quien también rechazó las acusaciones de intereses ocultos en la gestión. Afirmó que el fracaso de las iniciativas previas se debió a cuestiones ajenas al gobierno local, como la falta de acuerdo con los propietarios en el caso de Latores y las exigencias medioambientales en La Manjoya.
Las acusaciones entre los grupos, de forma especial entre PSOE y PP provocaron un duro enfrentamiento entre el acalde, Alfredo Canteli, y el portavoz socialista, Carlos Llaneza.
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