La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo ha aprobado este miércoles el convenio entre el Ayuntamiento de Oviedo, el Principado de Asturias y el Ministerio de Defensa para la reordenación urbanística y puesta en valor de La Vega, con los votos favorables de todos los grupos salvo Vox, que se ha abstenido. Se trata de uno de los últimos pasos que recorrerá el convenio antes de su aprobación definitiva en el pleno del 30 de julio y su posterior firma entre las administraciones implicadas.
Al término de la comisión, el concejal de Planeamiento y Gestión Urbanística, Ignacio Cuesta, ha explicado a los medios que el convenio que se eleva al pleno municipal incorpora una serie de "modificaciones menores" respecto al documento inicial sometido a alegaciones, sobre todo relativas a "cambios terminológicos".
Sí deja claro el nuevo documento que se trata de una "mera propuesta" que queda supeditada a los instrumentos de planeamiento urbanístico posteriores. El texto incorpora ahora que "se estudiará la posibilidad" de incluir un nuevo trazado del Bulevar de Santullano por el interior del conjunto, mientras que el anterior documento indicaba que "se planificará" dicho trazado. Queda ahora supeditado a los instrumentos de planeamiento urbanístico y condicionado a los estudios arqueológicos, patrimoniales, de movilidad y medioambientales.
Una vez superados estos trámites, el Ayuntamiento confía en "derribar los muros" que separan La Vega de la ciudad "cuanto antes", de manera que este espacio pueda integrarse en la ciudad "con carácter inmediato" tras la firma del convenio.
Desde la oposición, el portavoz del PSOE Carlos Fernández Llaneza ha reiterado su voto favorable a la aprobación al entender que es positivo que las actuaciones que se vayan a desarrollar en La Vega quedan supeditadas a un futuro planeamiento urbanístico que se pueda definir "entre todos".
La portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, ha señalado que su grupo se abstuvo en la votación, y previsiblemente hará lo mismo en el pleno, porque las modificaciones planteadas no son "sustanciales" y solo responden a un "lavado de cara jurídico" para "evitar posibles demandas judiciales" a futuro. Antes, ha explicado, el convenio condicionaba el futuro planeamiento y ahora es al revés, el convenio queda a expensas de lo que se vaya a hacer en el futuro.
Todo esto, unido a los condicionantes introducidos harán que se alargue "aún más" la puesta a disposición de los terrenos. Como ejemplo ha indicado lo ocurrido con el polo biosanitario que se iba a instalar en la Nave de Cañones. "Al final, por plazos se tiene que ubicar en otro lugar", ha criticado.
Desde IU-Convocatoria por Oviedo, su portavoz Gaspar Llamazares ha dicho que la aprobación de este convenio es "el primer paso" para combinar la protección de todo el ámbito con la conversión a la industria biotecnológica. El convenio es ahora "más preciso", ya que "aclara cuestiones importantes" en materia de protección del patrimonio armonizado con la nueva industria.
Llamazares ha celebrado que se planteen "usos diversos" para La Vega y la especialización biotecnológica combinados con la protección del patrimonio histórico e industrial de Oviedo.
