Varios de los feligreses, alarmados por la situación, abandonaron la Basílica ante el temor de una reacción violenta por parte del alborotador, a la vez que alguno de ellos dio rápidamente aviso de los incidentes a la Policía Nacional.
En las inmediaciones de la Basílica de San Juan un vehículo adscrito a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, detectó a un varón, cuyas características coincidían con las facilitadas por los testigos, por lo que procedieron a su identificación y cacheo, resultando que no portaba nada ilegal entre sus ropas.
Por parte de la Brigada Provincial de Información se realizaron diversas comprobaciones, resultando que se pudo concluir que la persona que accedió a la Basílica alterando gravemente el normal desarrollo de la misa, era la persona identificada.
Finalmente, tras constatar que los hechos no están vinculados con ningún fenómeno terrorista y que no existió ilícito penal, se procedió a proponer para sanción, por infracción del artículo 36.1 de la L.O 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana por la 'perturbación de la seguridad ciudadana en actos públicos, espectáculos deportivos o culturales, solemnidades y oficios religiosos u otras reuniones a las que asistan numerosas personas'.