Faltan 12 partidos para que acabe la Liga. 36 puntos y tiene cinco de desventaja con la zona de playoff. Tan innegable es que hay tiempo para remontar, cómo que las ocasiones perdidas a lo largo del año son tantas que se resquebraja la fe de cualquiera. El Real Oviedo firmó en Girona otra puesta en escena más que cuestionable y cuando quiso reaccionar ya fue tarde.
Tanto tiempo esperando por ocasiones claras de asaltar la zona de playoff y los mismos errores de siempre. Hace una semana, al equipo le faltó claridad para derrotar al Sanse y en Girona el equipo echó por tierras las aspiraciones en un pésimo inicio de partido que costó un gol y dejó la sensación de equipo endeble.
Para los optimistas quedará la reacción de la segunda parte y la mejoría en el juego, pero a estas alturas de campeonato las sensaciones ya no cotizan, sólo valen los puntos.
Son muchos los aspirantes a la sexta plaza e incluso algunos de los que vienen por detrás parecen tener la flecha hacia arriba y esa es otra amenaza a sumar a las propias.
El próximo, frente al Valladolid, habrá otra reválida con aspecto de examen final. El resultado puede marcar si la temporada aún tiene alicientes o se encara una recta final tediosa y capaz de lastimar a todos los implicados.