Un buen Oviedo sólo fue capaz de sumar un punto ante el Levante, pero la imagen ofrecida anoche en el Carlos Tartiere invita al optimismo. Los de Bolo fueron superiores al equipo valenciano (una de las plantillas más poderosas de la categoría) en todas las facetas del juego, demostrando que no desmerecen en nada para competir por cosas importantes.
El Oviedo se adelantó en el marcador en el minuto 16, tras otra colada de Lucas Ahijado por la derecha (como sucedió ante el Leganés) para poner un balón al área que Enrich mandó a la red. El delantero lograba así su primer gol en partido oficial, y el primer también en jugada desde el inicio de la Liga. Borja Sánchez pudo marcar el segundo antes del descanso, con un derechazo sutil que se marchó fuera por centímetros con Cárdenas ya batido.
El Levante empató en una acción aislada al inicio de la segunda parte, en una acción mal defendida por Aceves que Iborra envió a la red de cabeza. El injusto empate ya no se movería, pese a que el Oviedo tuvo dos ocasiones claras en sendos disparos de Hugo Rama y Javi Mier, con el Levante ya en inferioridad numérica por la expulsión de Pepelu.
Los azules suman 7 puntos y jugarán el sábado en Burgos (16:15 horas). Las sensaciones del equipo han ido de menos a más en el inicio de la temporada, con la afición enganchada y ayer protagonista en el Carlos Tartiere: 13.500 espectadores pese a ser un lunes por la noche.
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