Será su cuarto derbi como entrenador del Real Oviedo. José Ángel Ziganda los cuenta por victorias y quiere repetir el sábado. El navarro ya sabe lo que significan este tipo de partidos: “Lo que se vive fuera se transmite dentro. Es un contagio positivo. Las ganas de la gente de jugar el derbi se las transmite al jugador. Es una comunión de afición a equipo; poder ganar a tus vecinos”.
La principal diferencia con los anteriores estará en la grada: “Aunque no ha sido con gente los derbis que hemos jugado, hemos vivido de forma parecida lo que nos transmiten. Es otro partido diferente y único. Tenemos que afrontarlo haciendo un buen partido a todos los niveles; también mental”.
Sus buenos datos en los derbis no significan nada: “Son datos para la estadística. El derbi no lo juega sólo el entrenador; lo jugamos todos. Jugadores, aficionados y peñas. El entrenador es importante y los jugadores más. Y los aficionados todavía más. Somos capaces de transmitirnos los unos a los otros la importancia de este derbi. Hemos hecho partidos serios hasta ahora pero lo del sábado va a ser diferente. Empezamos de cero los dos”.
Ziganda reconoció que Pierre Cornud es seria duda y que Sangalli estará disponible, aunque no para 90 minutos. En los duelos de rivalidad anteriores introdujo cambios sorprendentes, pero el sábado aún no sabe con quién saldrá al partido: “Hay que ver las circunstancias. Plantearemos el mejor once. No sé si jugarán los que lo vienen haciendo o habrá cambios. Que no está decidido, eso seguro”.
Una de las polémicas de la semana fue la decisión del Sporting de no aceptar las entradas reservadas por el Oviedo para sus seguidores, el técnico oviedista hubiese preferido más ambiente en el campo: “Lo que uno quiere es que los derbis se vivan con la mayor normalidad posible. Que haya muchísima rivalidad, mucho pique sano deportivo. La clásica sorna y disputa deportiva. Defendiendo sus colores, sus valores y animando a su equipo. Los cánticos de unos y otros le dan más realce al partido. Esos son los derbis ideales. Respeto las decisiones que tomen unos y otros. Uno no tiene por qué meterse en la casa del vecino”.