Tenía el Real Oviedo una prueba de fuego con la visita del Éibar y la superó con nota. El equipo de Luis Carrión se sobrepuso a una mala primera parte para acabar arrollando a uno de los grandes favoritos al ascenso y quedarse con tres puntos que permiten al oviedismo soñar con metas importantes en la temporada.
No arrancó bien el partido para los carbayones que se vieron superados por los eibarreses en el primer cuarto de hora. No sufrieron daños en el marcador y eso les permitió ir mejorando hasta equilibrar el duelo y tener la más clara en un centro de Colombatto que se estrelló en el larguero.
Justo al filo del descanso, Jon Bautista acertó a rematar un centro de Stoichkov y puso en ventaja a los visitantes, dando un golpe anímico al equipo y a la grada que despidió con algunos pitos a los azules.
Al regreso de los vestuarios, trató de sentenciar el Éibar, pero aguantó las acometidas el Oviedo, para igualar el partido en una buena acción en la que participaron Paulino, Lucas y Abel Bretones, antes de que Borja Bastón cabecease al fondo de la red el 1-1. No bajó la presión del equipo y el madrileño estuvo a punto de hacer el 2-1 con un disparo que repelió el poste.
En la recta final, con el Oviedo desatado en busca de la victoria, David Costas fue derribado y aunque en primera instancia el árbitro sacó la falta del área, el VAR le corrigió para señalar penalti. Colombatto lanzó con confianza y dejó la victoria en el bolsillo azul para alegría de una grada volcada.