Todos sabían que iba a tocar sufrir, pero los título no se regalan y el Bádminton Oviedo lo sudó frente a Pitiús y lo consiguió. El conjunto ovetense alcanzó su segundo título en la máxima categoría, perdiendo un único encuentro en toda la competición.
Cuando las cosas peor pintaban, el Oviedo estaba 4-1 en el marcador, los hermanos Leal firmaron sendas victorias que hicieron que la copa viajase a la capital de Asturias.
El director técnico del Bádminton Oviedo, César González, reconoció las dificultades de un título que paga todas las penas vividas en este año tan atípico: “Sabíamos que era un encuentro muy difícil, empezamos mal, perdimos los tres dobles, y hemos ido con toda la presión acumulada para los individuales, pero ha sido impresionante poder llevarnos los últimos partidos. Somos un equipo, un equipazo y mantuvimos la esperanza porque confiamos unos en otros, hemos creído en nosotros mismos. Muy orgulloso y contento por el gran trabajo del equipo y agradecido por todo el apoyo recibido”.
Uno de los grandes protagonistas del duelo del sábado fue Álvaro Leal, que se mostró feliz con el título: “Ha sido un encuentro muy emocional, que ha empezado bastante torcido perdiendo los tres dobles, cuando contábamos con esos puntos porque creo que son nuestros fuertes. Como buen equipo, cuando unos flojean otros empujan y al final hemos conseguido sacarlo contra todo pronóstico. Parecía que todo estaba perdido con un 4-1 en contra y hemos sacado puntos en los individuales cuando a priori eran mas fuertes ellos y hemos sabido darle la vuelta a esto. Estoy muy contento, no solamente por ganar a Alcalá, que no le había ganado nunca sino por todo el equipo, por la temporada que veníamos haciendo y el grupo que hemos hecho, creo que nos merecemos más que nadie ganar esta final”.
