El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, TSJA, Jesús María Chamorro, ha vuelto a incidir este martes en la necesidad de afrontar de manera "decidida, eficaz y pronta los problemas de infraestructuras en las sedes judiciales que hay en Asturias", de manera específica la dispersión de sedes en Oviedo, ya que esta problemática se ha visto agravada por la Covid-19.
Así, el presidente del TSJA ha vuelto a poner de manifiesto que, si bien del año 2020 hay que destacar la apertura del nuevo juzgado de Luarca, continúa sin resolverse el problema de la dispersión de sedes judiciales que es especialmente significativo en el caso del partido judicial de Oviedo. Además la pandemia ha puesto de relieve la escasez de salas con tamaño suficiente para la celebración de vistas en las que exista pluralidad de demandantes o demandados y de las vistas con jurado.
Especialmente urgente resulta la reforma de la sede del Juzgado de Guardia de Oviedo que, por sus reducidas dimensiones, no permite la celebración de actos procesales con las mínimas garantías de seguridad y salubridad.
"Esta situación de falta de espacio y de dispersión de sedes genera disfunciones a los usuarios, profesionales y prestación de servicio que se ha visto agravada en estos tiempos de Covid que requieren de instalaciones con espacios más holgados y las instalaciones de Comandante Caballero están más que agotados", ha indicado Chamorro.
Así ha puesto de manifiesto como ejemplo que la sala para preservar la intimidad de las víctimas de violencia de género se ha tenido que instalar en el medio de un pasillo. "Los edificios de Oviedo están colapsados, no hay donde crecer y se crece a consta de ocupar espacios con otra utilidad", ha insistido.
Chamorro ha destacado estas cuestiones durante la presentación de la Memoria del año 2020, una memoria que estrena un nuevo formato y que busca "ser más cómoda, más transparente y de mayor utilidad" para todos los que quieren acceder a cualquiera de los datos.
Al de la dispersión de sedes y falta de espacio, el presidente del TSJA ha añadido otro problema que es necesario atajar en la justicia asturiana y que es la digitalización de la misma. "En este momento no puede ser ni a corto ni a medio plazo porque los sistemas no responden y la solución no pasa por la sustitución de los sistemas personales sino que hace falta que los servidores y la conectividad tengan la calidad necesaria para hacer una realidad la firma del expediente digital", ha incidido Chamorro.
En cuanto a los datos propiamente dichos de la actividad judicial de 2019, los mismos están claramente marcados por la situación de pandemia que vivimos. Así, el número de asuntos ingresados ha descendido respecto a 2019, 116.783 asuntos en 2020 frente a los 135.914 de 2019. La declaración del estado de alarma y la suspensión de los plazos procesales durante tres meses incidió en el ritmo de ingresos de asuntos.
Por tanto la litigiosidad bajó un 14,1% en la región en 2020, siendo el orden de lo Social y el Penal, los que mayores descensos sufrieron. "Lógicamente esto conllevó que hayan sido dictadas menos sentencias pero, no había sentencias pendientes, si hay más asuntos pendientes es porque los plazos se dilataron", ha insistido Chamorro. A lo largo de 2020 los juzgados asturianos dictaron 116.360 resoluciones finales, de las que 36.215 son sentencias, 48.905 autos y 31.240 decretos.