Panduro lo forman Ana Marcos y Elena Fernández. Dos profesionales asturianas del ámbito social a la vez que emprendedoras creativas y con ganas de trabajar con las manos. En Panduro quieren contribuir a reducir el desperdicio alimentario y lo hacen recuperando pan en sus recetas pero también participando en jornadas sobre economía circular, sostenibilidad, economía social y emprendimiento. Convierten el pan que no se vende en una deliciosa repostería.
Apostaron por el pan porque es el segundo alimento más desperdiciado en los hogares españoles. Se tiran casi 50 millones de kilos al año, que son unas 200 millones de barras de pan. Algo que se convierte en un problema medioambiental, económico y social .
La idea de crear Panduru surgió durante el confinamiento, en una de sus "vídeo-cervezas" empezaron a compartir ideas que les rondaban por la cabeza y descubrieron que todas tenían que ver con el RE: REciclaje, REcuperación, REutilización. Ser conscientes de la cantidad de pan que se tira, las animó a reutilizarlo como ingrediente de repostería, inspirándose en la tradicional cultural del aprovechamiento de mujeres de anteriores generaciones.
Y este negocio es el resultado de lo que ocurre cuando se juntan las ganas de colaborar, la innovación, y la lucha por encontrar soluciones creativas para una sociedad más sostenible.
Nunca un alimento tan sencillo tuvo un recorrido tan largo.
