¡Quien me iba a decir en 1995 cuando oí las palabras “no vas a volver a andar” que el camino que iba a recorrer con mi silla me iba a llevar hasta aquí! Así comenzaba Teresa Perales su intervención en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias tras recoger el galardón de los Deportes.
La que nunca le dijo cosas como no puedes, no debes, no sigas, no lo lograrás fue su madre Sebi. Si no, todo lo contrario. De hecho, el discurso de la española con más medallas olímpicas fue un relato de anécdotas en las que su madre siempre la animaba a seguir adelante. Incluso los más locos: - “Mamá, voy a ir desierto saharaui a llevarles latas de sardinas en un 4x4”. Y ella: “vamos a inventar algo para que puedas ir al baño en las dunas”.
Perales se congratula de todos los logros alcanzados ¡incluso hay una ley de dependencia! y también es consciente de lo mucho que queda por avanzar pero ahora al menos lo sabemos y somos muchos, aunque no todos, los que nos esforzamos en mejorarla y hacerla avanzar hacia la igualdad de todas las personas.
Quiso aprovechar el momento para decir a los niños y a los no tan niños que no hay que esperar a que alguien nos diga lo que va a pasar o lo que debemos hacer. Hay que pensarlo o soñarlo. Decidir tú lo que quieres e ir a por ello. Y elegir bien de quién nos rodeamos: de personas que nos digan siempre como mi madre “aquí estoy para ayudarte”. Así, aunque el destino sea distinto al imaginado, el viaje habrá merecido la pena.