En rueda de prensa en sede parlamentaria junto al secretario general del PP de Asturias y portavoz parlamentario adjunto, Álvaro Queipo, el hasta ahora candidato 'popular' a la Presidencia ha indicado que el cambio de criterio obedece a una "reflexión interna" de la formación, al tiempo que ha reconocido que también ha influido la coincidencia de las fechas del debate de investidura con la semana de cierre de la campaña de las elecciones generales.
Canga ha incidido en que la decisión se adopta "por responsabilidad" del partido y en "defensa de los intereses de Asturias", apuntando que el PSOE ha sido "por escaso margen" la lista "más votada" y la aritmética parlamentaria impide que al PP tener los números necesarios "para optar con éxito" a la Presidencia.
Según el reglamento de la Junta General, el presidente del parlamento proclama las candidaturas que, con una antelación de veinticuatro horas a la celebración de la sesión, hubieran sido propuestos como tales ante la Mesa por, al menos, cinco miembros de la Cámara. La elección del presidente del Principado se hace por mayoría absoluta en primera convocatoria, y por mayoría simple en las posteriores, debiendo mediar entre cada convocatoria, al menos, 48 horas. Los diputados solo pueden abstenerse o apoyar las candidaturas, lo que reduce las posibilidades de bloqueo y repetición electoral.
En esta ocasión, el debate comenzará el martes 18 de julio con la presentación de candidaturas. Al día siguiente miércoles, día 19, se celebrará el debate con los grupos políticos tal y como prevé el reglamento de la Cámara y la primera votación. Si no hubiera mayoría absoluta se produciría una segunda votación 48 horas después, el viernes día 21.
Desde el PP pretenden con su renuncia que el PSOE gobierne en "solitario" con sus 19 escaños, sin vincular la elección de Barbón ni la gestión de su Ejecutivo a las "exigencias" de Izquierda Unida.
Diego Canga ha remarcado que tanto Galicia como Cantabria y Castilla y León están gobernadas por el PP y espera que el 'sanchismo' pueda ser "derrotado en breve", haciendo referencia a las elecciones del 23 de julio. Así, sostiene que el PP opta por un gobierno 'monocolor' de los socialistas que permita a Barbón "escorarse hacia el centro", al entender que esa es la opción "preferida por la gran mayoría de asturianos".
Además, desde el PP quieren demostrar que tienen "altura de miras y sentido de Estado" ofreciendo sus 17 escaños para "alcanzar acuerdos" con los socialistas en asuntos de interés generales como el reto demográfico, el paro, la atención a las personas mayores, la sanidad o la lucha contra la burocracia.