La rehabilitación del Centro de Acogimiento Residencial de Menores Los Pilares, en Oviedo, concluirán en diciembre, según ha avanzado hoy la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, durante la visita que ha realizado las obras, en las que el Gobierno del Principado invierte 1,9 millones.
Los trabajos, financiados con fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, comenzaron en junio y actualmente está finalizando la fase de demolición y recogida de escombros.
La obra permitirá adecuar el edificio al nuevo modelo de atención a la infancia, “que incluye grupos de convivencia, entornos acogedores, seguros, protectores y adaptados a las necesidades de niñas, niños y adolescentes”, ha subrayado Del Arco. Con esta finalidad, se distribuirán los espacios interiores de inmueble, al tiempo que se mejorará la accesibilidad y la eficiencia energética y funcional de las instalaciones.
La consejera, que ha acudido al centro junto con la directora general de Infancia y Familias, Belén Barrero, ha indicado que la actuación también tiene en cuenta “los aspectos que rigen la percepción de los espacios desde un punto de vista estético, ambiental y emocional”. En este sentido, las mejoras arquitectónicas se basan en los principios de la neuroarquitectura y la psicología ambiental, que implican acciones específicas respecto a la elección de mobiliario, los acabados, la decoración y la iluminación, así como en la organización del espacio y el uso del color.
Por otra parte, se construirán nuevas rampas exteriores de acceso y se efectuarán algunos ajustes interiores para hacer accesibles los itinerarios del edificio. Además, se instalarán ascensores y se ejecutará una nueva envolvente exterior con un sistema de fachada ventilada. Igualmente, se renovarán las carpinterías exteriores y se colocarán paneles solares, térmicos y fotovoltaicos en las cubiertas de los bloques residenciales. También se cubrirán los patios interiores y se renovarán por completo las instalaciones para lograr una mayor eficiencia funcional.
Construido en 1986 con una superficie de 2.300 metros cuadrados, el edificio se había quedado obsoleto y ya no respondía a las actuales necesidades de atención a menores. El equipamiento mantendrá las 32 plazas de las que disponía, pero a partir de ahora la mayor parte de las habitaciones serán individuales.
