Unos resultados un 12% inferiores al ejercicio 2021 que frena la tendencia creciente desde 2002, según ha apuntado su directora gerente, Elena Cebada.
Así, ha calificado de "inédito" ese descenso, aunque ha querido ponerlo "en contexto" con la situación nacional, remarcando que en los dos últimos años el consumo ha registrado un descenso del 30 por ciento.
Asimismo, el incremento de costes de producción y la inflación, vinculados en gran medida a la invasión de Ucrania, están entre las principales dificultades del último ejercicio. Una coyuntura frente a la que desde la IGP resaltan "la importancia de la marca de calidad diferenciada" para ayudar a ser "más fuertes".
En esa misma línea, la presidenta de la IGP, Isabel de la Busta, ha reseñado que "pese a todas las dificultades, hubo más de 6 millones de kilos certificados", por lo que defiende la marca de calidad como "garantía de comercialización aun en momentos complicados".
La I.G.P. Ternera Asturiana distingue la carne de vacuno entre los 6 y 18 meses, de las razas autóctonas 'Asturiana de los Valles' y 'Asturiana de la Montaña', procedentes de animales nacidos, criado, sacrificados y faenados en Asturias.
Para el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, el objetivo debe ser que se certifique toda la producción asturiana. Respecto a los datos de 2022, considera que en un contexto de crisis "las ganaderías asturianas siguen fuertes", con una cierta estabilización pese al descenso generalizado del consumo.
"Seguimos generando valor añadido y riqueza para los ganaderos", ha argumentado, apostando por la IGP como "patrimonio de los ganaderos" para ofrecer una mayor exigencia de calidad y confianza a los consumidores, tanto de Asturias como de otros territorios donde se comercializa.
Calvo también ha destacado las ayudas estructurales al modelo de explotación familiar, que suponen un 35% de la renta de ganadería, al tiempo que ha valorado la modificación de la ley de cadena alimentaria y el compromiso gubernamental con ayudas extraordinarias.
BALANCE DE 2022
Durante 2022, el sello ha sumado 104 explotaciones, alcanzando cerca de 6.200 ganaderías. El sector industrial, además, ha incorporado 4 mayoristas hasta alcanzar los 65 los que comercializan Ternera Asturiana en toda España, a través de más de 1.000 puntos de venta, un 3% más que en 2021.
Por su parte, la Marca de Garantía Vacuno Mayor Asturiano ha incrementado su valor comercial un 25% respecto al año anterior, superando los 850.000 euros. Esta marca, que ha certificado en 2022 más de 1,1 millones de kilos y 423 animales, cuenta ya con más de 700 ganaderías y 19 comercializadores y tiene entre sus objetivos convertirse, como Ternera Asturiana, en una I.G.P.
En relación con la actividad de control e inspección, el Consejo Regulador, entidad que consiguió el pasado año su acreditación por ENAC, ha realizado 1.000 inspecciones y auditorías a lo largo de toda la cadena de producción y comercialización. Además, se han verificado diariamente el 100% de las canales certificadas en los mataderos de Asturias y se han tomado más de 22.000 muestras para control de trazabilidad.
AVANCE DE 2023
El primer semestre de 2023 presenta una tendencia descendente en el consumo, alta inflación y elevados costes de producción. Un contexto en el que la marca experimenta un descenso de certificación del 17,5% sobre el mismo periodo del pasado año.
Desde la IGP están ultimando un plan estratégico con 6 objetivos: aseguramiento de la estabilidad económica de la IGP; consolidación y aumento de certificación; comercialización y desarrollo de mercados; comunicación, marketing y posicionamiento; cooperación; y control de producto.