El servicio entró en funcionamientos el 1 de junio y estará operativo durante la temporada alta hasta el 14 de septiembre con el objetivo de mejorar la atención a las personas con discapacidad o movilidad reducida para las tareas de baño y acompañamiento constante, facilitando el uso de las sillas anfibias o muletas. El resto de la temporada (baja y media), la prestación del servicio se sigue realizando a través de los socorristas sin desatender sus labores de vigilancia y socorrismo, como se hacía en temporadas anteriores.
En este inicio del nuevo servicio se han realizado ya 14 baños asistidos y hasta la fecha las encuestas reflejan una satisfacción de los usuarios excelente, según el control de calidad específico del que dispone el servicio. Durante estos primeros días, se ha atendido a un grupo del Centro de Día de la Residencia Sa Serra, y a un grupo del CEIP Sant Antoni con una alumna con necesidades educativas especiales.
La concejala de Medio Ambiente, Neus Mateu, ha explicado que en el pliego de condiciones se incluyó por primera vez este servicio específico “para mejorar la asistencia a las personas con movilidad reducida con el objetivo de que puedan disfrutar del baño en nuestras playas con seguridad y mayor disponibilidad”. La concejala ha recordado que el municipio cuenta con la certificación de accesibilidad universal UNE 170.001 en las playas de Cala Salada, Cala Gració y Caló des Moro y que este servicio “es una mejora más para facilitar el acceso y disponer de una actividad lo más normalizada e integradora posible”.
Esta temporada también se han renovado las cuatro sillas anfibias de las que dispone el municipio, se ha incorporado una nueva silla pediátrica y se han habilitado muletas en todas las playas del municipio. Además, está prevista la creación de zonas de sombra en las playas adaptadas.