El nacimiento de agua denominado sa Fontassa y los huertos que permitía regar fue decisivo en el momento de la ubicación de la parroquia de Santa Gertrudis en 1785. La presencia de agua permitía no depender solo de los cultivos de secano, absolutamente condicionados al régimen de lluvias, tan inestable del clima mediterráneo.
Cómo ocurre en otros regadíos tradicionales de Ibiza, el de sanFontassa se estima que tendría su origen en época andalusí, muy transformado posteriormente. Lo que ahora es visible puede ser fruto de unas obras hechas el siglo XVIII y "en todo caso es un bello ejemplo de hidráulica tradicional", remarcan desde la máxima institución insular. El estudio ahora encargado permitirá profundizar en su conocimiento.
A finales del año pasado el ayuntamiento de Santa Eulària hizo una intervención en sa Fontassa para limpiar la zona, retirar la maleza y dejar los restos de la fuente a cuerpo descubierto para poder analizarlas, trabajos que después amplió el departamento de Patrimonio a finales de poder hacer una mejor evaluación de este bien.