La unidad de neurocirugía del Grupo Policlínica ha adquirido el microscopio más avanzado del mercado con el que se va a mejorar la eficacia, lo que supone un más en las intervenciones celebrares complejas. La realidad aumentada y la imagen 3D son algunas de las ventajas con las que ahora trabajan los neurocirujanos de la entidad.
La combinación de técnicas avanzadas de imagen y monitoreo intraoperatorio "han reducido los riesgos, aumentado la seguridad y ha abierto nuevas posibilidades para el tratamiento de enfermedades neurológicas complejas", según defienden desde Grupo Policlínica. La capacidad de visualizar áreas difíciles de acceder o pequeñas estructuras "ayuda a los cirujanos a operar con una precisión milimétrica, reduciendo el riesgo de dañar tejidos sanos circundantes". Por ejemplo, en la extracción de un tumor, el uso de un microscopio ayuda a eliminar el tejido anómalo mientras se preservan áreas funcionales del cerebro.
Grupo Policlínica acaba de incorporar el microscopio más avanzado a su unidad de neurocirugía, con amplias y mejoradas capacidades para las intervenciones quirúrgicas. Este equipo es el último del mercado y ofrece capacidades visuales extraordinarias que permite a los cirujanos trabajar con muchísima más información en tiempo real, calidad de imagen y comodidad que los anteriores.
El doctor Pedro Llinàs, Jefe de la Unidad de Neurocirugía, asegura que es de especial utilidad en las cirugías más complejas y minuciosas: “Hay que tener en cuenta que las estructuras cerebrales son diminutas y extremadamente delicadas, por eso, el microscopio quirúrgico es una herramienta fundamental para nosotros, que nos permite ver los detalles más pequeños del cerebro, nervios y vasos sanguíneos. Pero si además contamos con tecnologías como la imagen en 3D o la realidad aumentada, nuestra capacidad de visualizar y tratar las lesiones más pequeñas y profundas mejora”.
Un nuevo sistema óptico que ofrece una imagen óptima y tridimensional
Este microscopio supone un paso más con respecto a otros microscopios porque incorpora un nuevo sistema óptico que ofrece una imagen óptima y tridimensional, gracias a la mejora la profundidad de campo y la definición. A su vez incorpora dos tipos diferentes de fluorescencia, tanto para visualizar las pequeñas arterias del cerebro, como para identificar las células tumorales, diferenciándolas de las células sanas.
“Con la realidad aumentada y la fluorescencia para vasos sanguíneos ya no es necesario ver imagen en blanco y negro y una cámara infrarroja”, asegura el neurocirujano: “Este microscopio permite ver todo el espectro visible y colores naturales en el campo quirúrgico mientras se visualiza la circulación de arterias y venas de forma fluorescente. La calidad de la imagen es muchísimo más clara y definida”.
Posibilidad de visualizar los tumores con la realidad aumentada
No solo eso, por primera vez el cirujano ayudante dispone de un enfoque visual totalmente independiente al del cirujano principal, cada cirujano tiene una imagen óptima perfectamente enfocada en tiempo real. Además, otra ventaja es que los cirujanos tienen la opción también de operar mirando la visión 3D en el monitor del quirófano, sin necesidad de usar los binoculares, algo que proporciona más comodidad y facilidad de movimientos. Sin duda, amplía posibilidades.
“Para nosotros la ventaja más importante de este microscopio”, continúa el doctor Llinàs, “es la posibilidad de visualizar los tumores con la realidad aumentada. Se pueden ver todos los tejidos y colores de luz visible y naturales al mismo tiempo que el tumor se visualiza fluorescente, en tiempo real, de forma totalmente definida y nítida, sea cual sea el tamaño del tumor”. A mayor calidad de imagen, mayor posibilidad de obtener un resultado exitoso en la cirugía.