El coordinador general de Cáritas Diocesana de Ibiza, Gustavo Gómez, ha analizado en Más de Uno Ibiza y Formentera la memoria de la entidad en el año 2023 y que entre otros datos nos deja un aumento de usuarios que acuden en busca de comida.
Según ha asegurado Gómez, “después de dos años tras la pandemia del coronavirus en los que bajaban las cifras, en 2023 hemos atendido a 2960 personas, lo que supone un 8% más que en 2022”. Además, se ha registrado un cambio en el perfil del solicitante de ayuda ya que “poco a poco vemos como acuden más españoles, con un 30% del total, seguidos de inmigrantes en situación irregular, sobre todo llegados desde Sudamérica”.
Una circunstancia que se debe fundamentalmente “a los altos precios de la vivienda y al aumento en los gastos básicos a los que tienen que hacer frente las familias de la isla cada fin de mes”. Y es que, el coordinador de Caritas Diocesana de Ibiza ha confirmado “que cada vez es más habitual que acudan personas que viven en asentamientos ilegales a pesar de que tienen un trabajo regularizado pero que no pueden optar a ninguna habitación, a una alimentación mínimamente adecuada ni a medicamentos ni material de farmacia”.
En este sentido, Gómez ha destacado sobre todo el caso de una familia que vivía en una caravana y a la que Caritas Diocesana de Ibiza en colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ibiza tuvo que buscar un alojamiento en uno de sus pisos de emergencia “para que pudieran pasar el día a día con su bebé recién nacido en las mínimas condiciones dignas para ello”.
Por todo ello, el representante de la entidad ha pedido abiertamente en Onda Cero “políticas diferentes para conseguir que se moderen los precios de los alquileres porque construir viviendas de protección oficial no es la solución teniendo en cuenta que la isla tiene el tamaño que tiene y no puede crecer más”.
- 100.000 kilos de comida
Además, Gustavo Gómez ha explicado que solo en 2023 la entidad de la iglesia católica ha repartido “en la isla del lujo” 100.000 kilos de comida gracias en buena medida a la ayuda privada o las líneas de ayuda del Govern balear, el Consell d’Eivissa o el Ayuntamiento de Ibiza y que han supuesto una inversión de más de 200.000 euros.
Unas cantidades que demuestran, según el representante de Caritas, “que algo no estamos haciendo bien y que es necesaria una reflexión de hacia donde vamos en una sociedad cada vez más individualizada donde intentamos sacar siete en lugar de ocho y donde la redistribución de la riqueza no es la mejor si no paramos de ver como cada vez hay más gente que no es capaz de salir del pozo”.