Historia

Javier Rodríguez: “Cada hallazgo es una pieza que tenemos que conservar para reconstruir el puzle de nuestra historia”

El director de proyectos del Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima ha explicado en Onda Cero Ibiza y Formentera el primer Centro de Arqueología Marina de Baleares que estará en el Puerto de la Savina de Formentera a partir de este verano con un laboratorio de conservación y una embarcación propia

Manu Gon

Formentera | 19.06.2024 13:07

Javier Rodríguez, director de proyectos del Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (IBEAM), ha pasado por los micrófonos de Más de Uno Ibiza y Formentera para hablar sobre el primer Centro de Arqueología Marina de Baleares que estará en el Puerto de la Savina de Formentera a partir de este verano con un laboratorio de conservación y una embarcación propia.

Un centro pionero en Baleares que según Rodríguez comenzó su andadura en 2020, antes de la pandemia del coronavirus, aunque posteriormente quedó paralizado hasta este año cuando parece que será una realidad gracias al apoyo de la sociedad pitiusa y empresas privadas como Marina Ibiza y Trasmapi. “Es el resultado del importante trabajo que estamos llevando a cabo desde el año 2015 desde el Ibeam por potenciar la investigación, formación y educación en este campo y por ello creo que con su puesta en marcha cambiará el panorama del patrimonio cultural subacuático”.

Ancla del siglo XVIII al norte de Formentera
Ancla del siglo XVIII al norte de Formentera | J.Chías_IBEAM

Algo que será posible gracias en buena medida a un laboratorio de conservación como el que únicamente hay actualmente en España tres más, en Catalunya, Murcia y Andalucía. “Cuando se habla de arqueología subacuática siempre nos imaginamos a un equipo de investigadores buceando en los fondos marinos pero tenemos que ser conscientes de que todos los hallazgos bajo el agua tenemos que cuidarlos mucho antes de que lleguen a un museo porque están sometidos a una serie de procesos químicos, físicos y biológicos que hacen que sean extremadamente frágiles y que se deterioren muy rápidamente”.

En este sentido, Javier Rodríguez ha asegurado que en Formentera y en las Pitiusas se puede presumir de arqueología subacuática. “Tenemos muchos pecios hundidos y un patrimonio cultural marítimo enorme, más importante del que nos podemos imaginar, y de gran calidad debido a que todas las culturas que han vivido en las Pitiusas a lo largo de los siglos siempre han llegado a través del mar y de ahí la importancia por documentarlo todo a través de la Carta Arqueológica subacuática de Formentera que hemos impulsado desde el Ibeam”.

  • Motivos de preocupación

Sin embargo, el director de proyectos del instituto también ha mostrado su preocupación ante el riesgo de que todo se pueda perder. “Tenemos que estar alerta porque es un problema de responsabilidad compartida por parte de las administraciones y de la comunidad científica el no haber sabido transmitir la importancia de preservar estos restos y de convencer a la ciudadanía de que todos los hallazgos son piezas que sirven para reconstruir el puzle de nuestra historia y que si no las conservamos o declaramos podremos arrepentirnos en un futuro no muy lejano”.

Proceso de excavación del pecio de Punta Prima (siglo II a.C.)
Proceso de excavación del pecio de Punta Prima (siglo II a.C.) | J.A.Arribas_IBEAM

Además, no es lo único que tiene en alerta a Javier Rodríguez. “El cambio climático y el calentamiento del Mediterráneo también son problemas que tener en cuenta porque hay algas invasoras y organismos de los que hasta ahora no teníamos constancia y que están afectando al patrimonio subacuático y posiblemente, también a otros elementos como las casetas varaderos que tal vez dentro de 30 o 40 años puedan acabar sumergidos por el aumento del nivel de las aguas”.

Y por ello, desde el Ibeam se han puesto en marcha distintas iniciativas “para crear conciencia social entre residentes y turistas”. Una de ellas, es una beca con la Universitat de les Illes Baleares para que alumnos del master puedan llevar a cabo una carrera científica relacionada con el patrimonio cultural marítimo y la otra es poner en marcha un programa piloto “que permita visitar el laboratorio para conocer el trabajo que se desarrolla allí y después organizar expediciones a algunos yacimientos subacuáticos “que merecen la pena ser conocidos y protegidos”.