El presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, no se plantea dimitir como presidente de la institución insular ni como diputado en el Parlament, después de que la coalición y el Govern lo hayan acusado de pedir un sobresueldo de cerca de 4.000 euros.
Tras una reunión con todos los miembros de la institución insular, celebrada este lunes, Córdoba resiste a las presiones. "No habrá dimisión por mi parte", ha declarado. Además, ha aclarado que no tiene pensado "cesar a ninguno de dos de sus vicepresidentes", Verónica Castelló y José Manuel Alcaraz, pero sí ha exigido su dimisión por "haber perdido su confianza".
Por otro lado, la oposición pide a Sa Unió que muestre las pruebas por las que acusan a Córdoba de cobrar un sobresueldo. Además, Sa Unió espera que los consellers de Gent per Formentera y el PSIB apoyen una moción de censura, aunque es una posibilidad que parece complicada.