La reconocida abogada y política María Luisa Cava de Llano (Barcelona, 22 de mayo de 1948), con amplia relación tanto pública, como personal y política con la isla de Ibiza, ha estado en el programa Más de Uno Ibiza y Formentera de Onda Cero para repasar su trayectoria ahora que ha sido galardonada con la Medalla de Oro de Baleares 2025 que otorga cada año el Govern balear junto al exjugador de baloncesto Rudy Fernández.
Cava de Llano, que recibirá el premio el próximo 28 de febrero con motivo del Día de Baleares en la Llotja de Palma,ha confirmado que recibió la noticia mediante una llamada personal de la presidenta del Govern balear Marga Prohens y que se siente "muy afortunada y agradecida de que se acuerden de una porque cuando se van cumpliendo años parece que todo tiende a la retirada, tanto personal como pública".
En este sentido, esta licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona ha repasado en Onda Cero su amplia trayectoria profesional, desde que comenzara en el mundo de la abogacía en su despacho de abogados de Ibiza y fue llamadas para formar parte de la entonces candidatura de Enrique Ramón Fajarnés al Ayuntamiento de Ibiza y que sembró en ella la semilla de la política, primero como militante de Alianza Popular y después en el Partido Popular donde llegó a ser subsecretaria de este partido en Baleares. "Yo al principio no quería porque quería dedicar tiempo a la abogacía que era mi carrera pero al final me convenció Enrique y desde entonces no lo he podido dejar porque cuando metes un poco el hocico en la política y te das cuenta de lo mucho que se puede hacer por ayudar a la gente es muy difícil dejarlo".
No en vano el curriculum de Cava de Llano es difícilmente abarcable. Tras ser teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza, fue vicepresidenta primera y Consellera de Hacienda del Consell d'Eivissa con Antoni Marí Calvet; diputada autonómica y vicepresidenta primera del Parlament de les Illes Balears; diputada por el Partido Popular en el Congreso de los Diputados; adjunta primera del Defensor del Pueblo; Defensora del pueblo y consellera de Estado hasta 2018, y de todo se queda con un trabajo en concreto. "Mi trabajo como Defensora del Pueblo desde que llegué al cargo en 2010 tras la renuncia de Enrique Múgica fue una época muy feliz, hice grandes amigos, conocí gente maravillosa, pero lo mejor de todo es descubrir que se trata de un trabajo precioso en el que solo se mira el ayudar por ayudar y en el que te conviertes en la voz de todos aquellos que son vulnerables al no tenerla ante los medios o la administración del estado".
Y por ello, ahora que es "una feliz abuela" que disfruta de la jubilación, tiene muy claro que "todos los españoles deberían dedicarse en algún momento de su vida a trabajar dentro de la esfera pública para que descubran lo que realmente es".