La periodista, escritora y profesora madrileña Marta García Aller ha sido la protagonista este viernes 18 de octubre de una nueva edición de los Encuentros de Empresarios en Positivo que ha organizado en el Restaurante Sa Capella Onda Cero y Caixa Bank.
Aller ha hablado de la aplicación de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial en nuestros días a días y poniendo como ejemplo lo que cuenta en su último libro, Años de perro, ha asegurado "que a día de hoy nos da más vértigo saber de donde venimos a donde vamos".
En este sentido, ha puesto en valor que los últimos avances en materia de datos "nos puede servir para controlar muchos ámbitos de nuestra vida pero al mismo tiempo también está generando una gran incertidumbre en la sociedad viendo la vorágine de cambios que se están produciendo a gran velocidad y en muy poco tiempo".
Algo que García Aller ha resumido con un ejemplo muy gráfico. "Viendo de donde venimos y hacía donde vamos cualquier adolescente actual tiene mucho más miedo a saber cómo era la vida antes de la llegada de los teléfonos móviles que a ver un coche volador entrando por sus ventanas".
Además, ha puesto en valor que a pesar del auge de la Inteligencia Artificial siempre hay un factor humano que es tremendamente importante. "La IA no puede controlar todo por más que le apliquemos todo tipo de algoritmos o de claves porque detrás de ella siempre hay un humano que ha sido el que la ha programado, que ha creado ese robot y que ha tomado las decisiones para ello, y eso también puede ser peligroso porque nunca sabemos cuales pueden haber sido sus motivaciones".
- "La sensibilidad, la creatividad y la idea de dejar algo a los que vienen detrás nunca lo podrá tener una máquina"
Aplicado al mundo de la empresa, Marta García Aller ha ofrecido su punto de vista sobre la aplicación de las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial y sobre los convencidos de su aplicación y sus detractores. "Hay muchos que piensan que pueden acabar con muchos puestos de trabajo porque pueden ahorrar tiempo y simplificar funciones pero a lo mejor tenemos que cambiar el mensaje y la idea, pensando que el tiempo que antes se dedicaba a lo que hace la IA se puede emplear a cosas nuevas o a otras que no estaban tan bien atendidas, lo que puede hacer que mejoremos nuestra empresa o nuestro negocio".
Además la periodista, escritora y profesora madrileña ha vuelto a insistir en que habrá trabajos que la Inteligencia Artificial no podrá hacer nunca. "Hay empresas que ya no están preocupadas porque las nuevas tecnologías pueden acabar con la contratación de sus juniors pero al final hay que ir más lejos porque al final no tendrán sus seniors y porque la creatividad, la sensibilidad y la sensación de los seres humanos por dejar un mundo mejor a los que vienen detrás nunca lo podrá tener una máquina".
- "No hay nada más descorazonador que el miedo a lo falso nos haga convencernos de que no creernos absolutamente nada"
Otro de los aspectos que ha abordado García Aller es el de la proliferación de información que hay actualmente al alcance de cualquiera. "La tecnología tiene un riesgo apocalíptico con tanto algoritmo que se aplica en la Inteligencia Artificial, con imágenes pornográficas o fake news, y por eso hace falta mayor control de las empresas que ganan dinero con esto porque se está generando una gran incertidumbre ante el desconocimiento de lo que es humano y de lo que no es".
Y es que como ha recordado la ponente "no hay nada más descorazonador que el miedo a lo falso nos haga convencernos de no creernos absolutamente nada". Por ello, ha catalogado la desinformación como "uno de los mayores peligros que ha afectado a Europa desde los años 70 cuando apareció la televisión, desde los años 30 cuando surgieron los regímenes totalitarios y la radio, en tiempos de la invención de la imprenta o incluso de la escritura, cuando se pensaba que iba a destruir la memoria y la palabra dada".
Algo que aún más se ha multiplicado en los últimos tiempos. "La desinformación fue muy importante en 2020 con la campaña de Donald Trump en Estados Unidos y lo peor de todo es que hemos llegado a un límite en el que tenemos asumido que lo que no nos podemos creer prácticamente nada de lo que vemos en las redes sociales ni en las noticias y eso acabará provocando que la expresión de 'ver para creer' quede rápidamente obsoleta, como una expresión del siglo pasado".