Más de Uno Ibiza y Formentera ha contado desde el lugar de los hechos como ha quedado la nave de la empresa Citubo en el Polígono de Can Frígoles tras el virulento incendio que tuvo lugar el martes 4 de junio al medio día y que ha dejado pérdidas millonarias.
Tanto que según han señalado los dueños de la empresa ibicenca los daños han sido tan graves que se estiman en unos 15 millones de euros y que la nave tendrá que ser demolida para ser construida de cero en un plazo que no será menor a tres años. Algo que les gustaría a buena parte de los 40 empleados de la empresa que mantendrán todos sus contratos y que, como Sascha, han confirmado a Onda Cero “que se trabajaba muy a gusto porque éramos como una gran familia y porque hacíamos muy felices a mucha gente de Ibiza con todo lo que teníamos para ofrecer”.
Además, este trabajador ha detallado como vivieron aquellos fatídicos primeros minutos. “Después de siete años cuesta asimilar como ha quedado la nave pero el caso es que fue todo muy rápido, escuchamos un pequeño ruido en el exterior, luego vimos el humo y cuando fuimos a la parte de atrás nos encontramos con un pequeño gran fuego que se había metido adentro y que ya tenía pinta de no poderse parar”.
En este sentido, Sascha ha confirmado como todos los trabajadores siguieron el protocolo y como, aunque se activaron los sistemas antincendios, estos no pudieron hacer nada ante la virulencia del fuego. “Escuchamos los ruidos, dimos la voz de alarma, gritamos fuego fuego y todos salimos corriendo porque sabíamos que con la velocidad que tenían las llamas éstas ya no se podían frenar y todo había que centrarlo en evacuar a las personas para evitar daños personales”.
Precisamente, el trabajador de Citubo ha explicado también como los trabajos de los bomberos se centraron en que no se propagaran las llamas antes que intentar extinguirlo “porque en la nave se acumulan miles de productos de madera, plástico o materiales inflamables que podrían haber provocado una desgracia aún mayor”.